Los regalos
Pensaba en las cosas que tenemos guardadas y aunque quiten espacio queremos seguir guardándolas, en las tortas con velas en el centro listas para ser apagadas, en los abrazos, en mi último cumpleaños.
Hace unos días cumplí 22 y aunque no tuve torta con velas, ni la típica canción del “cumpleaños feliz”; tuve muchos saludos, abrazos y regalos, entonces por primera vez me puse a pensar en la importancia de estos últimos… los regalos.
Obsequiar puede ser una tarea complicada si se tiene real interés en que verdaderamente guste o sorprenda a quien lo recibe. El obsequio es la materialización del interés de esa persona hacia uno, ya que mediante esta práctica se puede saber si alguien se fijo en tus necesidades, tus gustos, tus sueños, tus penas o tus alegrías.
El tiempo siempre cambia y con el, uno mismo. Hay que saber regalar como hay que saber conocer.
Este año todos mis regalos fueron geniales, recibí un almuerzo, un ramo de rosas, un mouse para la laptop, un par de libros, muchos abrazos, un amigo y un perdón.