Sensibilidad.
Las hojas de un árbol caen sobre el ligero tambor del mundo. El pequeño ruido que hacen pasa desapercibido para casi todos. Pero los corazones sensibles, los que pueden escuchar, sienten el peso trsite de esa música en el fondo de su alma. Solo algunas personas reconocen el estremecimiento de una hoja que vuela y que ha muerto y que se llena de aire para siempre.
Alonso Cueto
Alonso Cueto
24 de diciembre de 2011, 14:19
En efecto...solo algunas personas tienen esa sensibilidad...